Cultura

¿Por qué nuestras playas y el Malecón han sido olvidados? 

Por Ma. Eugenia Walls Galindo*                     

¡Hola!, veo ahora -las pocas veces que puedo ir al mar-, más descuidadas sus playas y sabemos que son cientos y cientos de personas que viven de ellas, de una forma o de otra. Tenía cuatro semanas que no visitaba el hermoso mar debido a que cuando llueve fuerte no vamos ya que las fosas sépticas de cientos de casas y de residencias las descargan al único lugar que se puede y ese es nuestro mar.

La basura baja por toneladas y que el mar saca a la playa, sin embargo, no toda…mucha queda en el fondo del mismo y casi todos los que nadamos en él – ¡En agradecimiento! -, le sacamos mucha basura del fondo, no obstante, la última vez que fuimos era increíble la cantidad de lo que ya no se vendería ni se usaría como son: los platos y vasos desechables; los cientos de popotes, parece que ya nadie sabe tomar algo en forma normal.

Toda la playa lucía igual.  Una joven que se dedica a limpiar recién iba por el principio y ya traía dos bolsas grandes bien llenas de basura. Y eso es en una sola playa,  de las muchas que tiene nuestro Acapulco y yo me pregunto, ¿y los que viven de eso? ¿Por qué no limpian los lugares en los que trabajan? ¿Por qué no se cooperan para poner recipientes para la basura que dejan los turistas? De esta forma solo esperarían a que pase el camión recolector a recogerla y no esperar a que el personal del gobierno lo vaya a hacer.

Estoy en lo correcto, ¿O no?

También en lo que es el principio del malecón, precisamente en playa Tlacopanocha quedó sin terminar una obra desde hace muchos años y los turistas que lo visitan se han caído puedo decir que cientos de personas y a veces con lesiones bastante graves. Eso, ¿a quién le corresponde?  Antes, para todos era una regla, casi una ley:  barrer su calle, sus banquetas, las jardineras que les tocaban frente a sus casas y si en esa área vivían solo 3 ó 4 vecinos todos se ponían de acuerdo para barrer el día que les tocara.

Todo ha cambiado, todo quieren que lo haga el gobierno y ya nos ganaron el celular, las tabletas, la televisión, ya no leen y cuando lo hacen, ya no saben darle ese sabor de una narración, de un cuento, de una poesía, ya hablan en otro idioma, ya de respuestas solo envían un monito, una figurita y tienes que adivinar qué es lo que quieren decir. Yo siempre les digo que, para mí, sus palabras siempre serán bellas y que soy cuaternaria y ruego a Dios que no me haga dependiente de un aparato, ni de un nuevo lenguaje.

Toda mi vida voy a preferir a los niñitos, que ya también para que no den lata les dan un celular. Un día quería ver qué cosa veía un chiquito, se enojó tanto, que me tiró de patadas. Me prometí leer más.

Con todas mis Bendiciones para todos.

*Nadadora a nivel mundial del IMSS Acapulco.

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