• Desde julio del 2021, sin presupuesto ni nada
• Cirugía a 45 mil guerrerenses, les cambió la vida
El Instituto Estatal de Oftalmología (IEO) agoniza desde julio del 2021, sin presupuesto ni nada. Sin avisar a pacientes que recibían tratamiento, simplemente se dejó a su suerte… se le declaró la Eutanasia presupuestal.
Creado en el gobierno de Rubén Figueroa Alcocer, en 1993 este Instituto que nació como un Organismo Público Descentralizado, realizó cirugías a 45 mil 223 pacientes a los que reintegró a la vida productiva. La estadística se desploma en 2021, pero los focos rojos se encendieron desde el 2016 cuando se dejaron de realizar jornadas visuales en las siete regiones de la entidad, donde gente de escasos recursos era diagnosticada con catarata, glaucoma, retinopatía diabética, trastornos de la refracción, Pterigión, estrabismo, entre otros.
En Guerrero la principal causa de morbilidad oftálmica es la catarata. En 2021 se detectaron mil 924 pacientes, mientras que 279 padecen glaucoma y 154 estrabismo.
Los datos duros del IEO son impresionantes: el año pasado 900 guerrerenses quedaron a la deriva, con padecimiento de catarata.
La crisis se agudizó en el gobierno de Héctor Astudillo Flores: en 2019 se realizaron dos mil 722 cirugías, al año siguiente 839, en el 2021 mil 14 paciente fueron operados. Desde 1993 al 2021 se efectuaron 585 mil 590 consultas y 45 mil 223 cirugías. El más alto fue del 2005 al 2010 (con Zeferino Torreblanca Galindo) 151 mil 763 consultas y 11 mil 357 cirugías… el desplome vino en 2021 con apenas mil 147 cirugías y 12 mil 847 consultas.
En el mismo periodo zeferinista el IEO atenció a 148 mil guerrerenses, mientras que del 2011 al 2015 la cifra permaneció en 100 mil 502 casos atendidos. El total desde su creación al 2021, el nosocomio de especialidades de la vista en la entidad brindó atención a más de medio millón de guerrerenses: 553 mil 384 pacientes.
Acapulco es donde se concentra el mayor número de pacientes: en 2017 se atendió a 15 mil y en el 2021 se desplomó a casi nueve mil. La Costa Grande es el segundo lugar con número de guerrerenses con padecimientos de la vista. En la región Centro es la tercera y Costa Chica la cuarta zona. La población más afectada es la que tiene de 60 a 79 años de edad.
En las cifras frías de las estadísticas, el hecho de que más de medio millón de guerrerenses tenga padecimientos como catarata, glaucoma y estrabismo, entre otros síntomas, constituye una llamada de atención al sector salud que sin decir nada, ni tampoco informar a los medios, se haya declarado la muerte del Instituto Estatal de Oftalmología por la falta de presupuesto y recursos para las jornadas visuales que eran exitosas y cambiaban la vida a pacientes.
Cientos o miles de testimonios no podrían estar equivocados en agradecer a los médicos por su atención y capacidad extraordinaria de realizar cirugías gratuitas, cuando en el sector privado costarían verdaderas fortunas en miles de pesos. En ello radica el gran nivel altruista de un gobierno sensible y preocupado por su gente.
El llamado vehemente, oportuno, a tiempo, de que el gobierno de Evelyn Salgado Pineda intervenga de manera directa y salve de la terapia intensiva en que se encuentra el Instituto Estatal de Oftalmología es crucial.
Las cifras estadísticas son reveladoras y dan cuenta de su importancia.
Dejar a más de medio millón de guerrerenses a su suerte, a la deriva, sin atención, consulta y cirugías es algo que ningún gobierno puede siquiera pensarlo. Es ahora o nunca.