Tiene razón mi amigo Domingo Adame quien al comentar mi pasado articulo sobre la lectura y la formación personal dice así: “Si, es importante leer pero que alguien no haya leído un libro no lo hace ni ignorante ni infeliz”.
Domingo Adame dice la verdad. Leer es un alimento mental que fortalece y enriquece nuestra vida interna. Pero no es indispensable. Se afirma que la cultura se adquiere en las aulas escolares, en la universidad, en las instituciones de estudios superiores. Allí se adquieren algunos conocimientos pero es en la vida diaria donde se aprende a vivir.
Saber vivir es ser culto. La cultura se demuestra en la forma en que vivimos. El respeto a nosotros mismos. El respeto a los demás. El orden de nuestras casas, la armonía familiar y la amistosa y respetuosa relación con nuestros vecinos son manifestaciones de alta cultura. También nuestra higiene, nuestra forma de alimentarnos y la adecuada administración de nuestros recursos económicos. Vivir así demuestra alta cultura, es decir, es sabiduría y felicidad.
Yo conozco a muchas familias que viven así y no son letrados. En comunidades rurales hay familias con plena sabiduría de vida y no han leído nunca. Algunos, incluso, son analfabetas.
Yo tuve un amigo de la infancia que fue muy estudioso. Tenia fama por sus altas calificaciones y por ser, desde niño, un incansable lector. Estudió en un seminario católico y se ordenó de sacerdote. Dejé de verlo mucho tiempo.
Una vez fui a la población donde ejercía su profesión. Nos dio mucho gusto vernos. Sus libreros estaban repletos de libros.
Platicamos mucho y se me ocurrió decirle que la muchacha que lo atendía era muy bonita. Este comentario provocó que me describiera con vulgaridad sus amoríos con ella y otras muchachas del pueblo. Incluso me invitó a quedarme unos días en su casa para que él me consiguiera una pareja. Me pare y, sin despedirme, salí de su casa muy contrariado. No volví a hablarle. Cuando murió hubo muchísimos comentarios sobre su “alta cultura”, su elocuencia y su entrega a propagar sus creencias religiosas. A mí, hasta hoy, me provoca malestar su recuerdo. A pesar de su “cultura” libresca me parece vulgar, incongruente, detestable.
Debo insistir que en que la cultura es una forma de vida. Pero, también debo afirmar que los libros y las artes son medios importantísimos para cambiar mentalidades y conductas. Pero la lectura debe sentirse, meditarse y aplicarse. Conozco a muchos que saben, citan y comentan textos bíblicos y nunca aplican en su vida lo que saben de memoria. Una cosa es leer sin sentido y otra cosa es actuar de acuerdo a los valores que se llevan y sienten dentro de nuestro ser. Esos valores se adquieren en el hogar desde la infancia donde, muchas veces, los padres no han leído libros. Sin embargo, leer es muy importante como dice Domingo Adame. Pero se debe meditar, sentir y aplicar lo que se aprende a través de la lectura.
Los libros y las artes son medios para vivir mejor y ser felices.
