Cultura

¿Somos libres?

Es muy raro que yo me suba a un taxi. Es caro. Yo, en Chilpancingo, no recorro distancias grandes. Mi casa está cerca de mi oficina y, también, mi librería está cerca de mi casa. Camino. Si voy a otra parte, tomo urvan. Pero ayer me subí a un taxi porque debía trasladar dos bultos de libros. El taxista, muy amable, me ayudó con mi carga. Una bandera mexicana estaba colocada fuera. Ondeaba con el viento. Adentro, adelante, otras dos banderas. Atrás una más grande. Es septiembre, el mes patrio – así me dijo el taxista -. Vi muchas banderas en otros carros y en algunas casas. Festejamos en México el inicio del movimiento armado para ser un país libre. Ahora somos independientes de España. Los mexicanos somos gobernados por mexicanos. ¿Por eso somos libres?

La verdadera libertad es individual no de masas. Yo soy libre porque tengo libertad para pensar, para decir, para creer, para hacer. Vivo en sociedad y, por lo tanto, debe haber leyes de convivencia pero esas leyes no deben impedir que yo sea auténtico, que yo sea lo que quiero ser.

 

Hay cadenas impuestas que la mayoría no quiere quitarse. En nuestra formación nos impusieron creencias, complejos, miedos, formalismos, inseguridades. Estas son cadenas que la mayoría no logra quitarse. Vivimos sin analizar nuestro interior. Vivimos como nos dijeron que debíamos vivir. En el aspecto religioso, por ejemplo, muchos dicen “soy católico porque católicos fueron mis padres. Ellos me inculcaron esa creencia. No puedo traicionarlos…” Nunca estudian su religión. Nunca dudan. Nunca piensan. En realidad no tienen convicción. Son católicos por tradición. Por supuesto, hay muchos que sí están convencidos. La convicción los hace vivir de acuerdo a sus creencias. Quienes son religiosos por tradición dicen creer y viven como si no creyeran.

 

Los complejos, los prejuicios, los miedos son ataduras que nos impiden ser libres. Tenemos miedo a la libertad.

 

Ahora hay dominio a través de la tecnología. Se incrementa el consumismo, se manipula la información y se fomenta la dependencia económica. La educación es deficiente. Somos un país sin lectores. No buscamos la verdad. Vivimos en la superficialidad. No somos, no podemos, no queremos ser libres… Es muy cómoda nuestra dependencia. En septiembre de 1810 inició el movimiento para lograr una nación soberana. Pero insisto y subrayo: La libertad es personal. Cada uno de nosotros debe ser libre, auténtico. No hay verdadera libertad en una nación donde los habitantes viven en total superficialidad.

Si tienes una historia, denuncia, fotografía o información para compartir con nuestros editores, escribe a: redaccion@elreporterogro.com o al Móvil: 045-74-75-09-38-75

Queda expresamente prohibida la publicación, retransmisión, distribución, venta, edición y cualquier otro uso de los contenidos (incluyendo, pero no limitado a, contenido, texto, fotografías, audios, videos y logotipos) sin previa autorización por escrito de El Reportero una edición de Editorial Tiempos del Sur S.A. de C.V. Chilpancingo de los Bravo, Guerrero. Implementado por: Happy Web

Ir Arriba