Por Andrés Campuzano
@andrescampuzano
El liderazgo del Gobernador Héctor Astudillo ha sido clave para recuperar la gobernabilidad en Guerrero. Primero por los sucesos ocurridos en Iguala en septiembre del 2014 en el que jóvenes normalistas de Ayotzinapa fueron atacados a balazos y otros desaparecidos, hubo más víctimas que su único error fue estar en el momento equivocado.
Iguala fue la caja de donde brotó la porquería, una de la que pocos alertaron.
Una severa crisis de legitimidad debido a la violencia dominaba la escena pública en Guerrero. En rápida sucesión, Astudillo Flores demostró su comprensión y conexión de la realidad política, social y económica que vivía la entidad y el país. Logró lo que sus detractores no querían: recuperó la gobernabilidad y ha reconstruido su legitimidad ante la pandemia.
“Puedo decir con certeza que Guerrero es hoy un estado más seguro y más pacífico que cuando asumí el cargo de gobernador”, ha dicho el Gobernador durante su mensaje ante legisladores en reunión virtual con motivo del quinto Informe de Gobierno. Y esto lo asegura con cifras que proporciona el Gobierno de México que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
De pocos, muy pocos mandatarios estatales el Presidente se ha expresado bien como es el caso de Astudillo, el respaldo ha sido tal que López Obrador celebra que Astudillo sea Gobernador. No hay registro en los medios de que el mandatario nacional celebrara a algún gobernante emanado de Morena.
Pobreza, marginación son las batallas de Guerrero de larga data, no obstante, a esos desafíos se agregó la crisis derivada por la pandemia del coronavirus Covid-19. De ahí, que, el segundo momento en que logró Astudillo reconstruir su legitimidad fue gracias a las acciones y decisiones que tomó en este contexto de emergencia sanitaria.
Otro aspecto relevante desde que rindió protesta como Gobernador es que no ha perdido el tiempo en culpar a los que le antecedieron; tampoco, buscó una ruptura en la relación con el actual Gobierno Federal. Recuerdo la cara de algunos políticos profesionales al saber que López Obrador ganaba la elección presidencial de manera abrumadora, muy seguros estaban de que en Guerrero se había anticipado el proceso electoral del 2021, relamían su avaricia y deseaban el conflicto entre ambos gobernantes. No fue así. Esas gigantescas carencias de capacidades de esos políticos les impide ver que Guerrero no renace cada 6 años y que Astudillo dejará cambios significativos.
Ha iniciado el proceso electoral a nivel nacional y en la entidad, sobre esto Astudillo Flores aseveró que “un servidor mantendrá una actitud de apegado a la legalidad y el respeto a todos los actores políticos y a los partidos políticos”, agregó que el tiempo que le queda como Gobernador seguirá trabajando para que el turismo renazca, que todos los sectores productivos del estado mejoren y que servirá alejado de los escándalos y de los excesos del poder.
Al concluir su mensaje subrayó que los guerrerenses estamos forjados en la adversidad y que con carácter y gran determinación saldremos avante. No tengo duda y por eso insisto, aunque pocos ciudadanos piensan o están deseosos por ir a votar en 2021 no nos merecemos un gobernador que no tenga el nivel y talento de Astudillo.
Ante la inminente oferta de aspirantes con cuestionadas biografías que no pasan ninguna auditoria ética habría que preguntarles, ¿cuánto tiempo perderán en culpar a Astudillo cuando sus excusas no sean suficientes?
Hace un año le preguntaron a don Florencio Salazar cuáles eran sus recomendaciones para tener éxito en la política y fue claro al afirmar que la simulación pervierte la política, citó a Manuel Garza González: “la disciplina política es más dura que la militar”; por eso no se equivoca al recordarnos que los políticos hechos de la noche a la mañana no perduran “los que perviven son aquellos a los que se les reconoce por su eficacia y compromiso”.
Así es.
Para tener éxito en política se debe tener disciplina, compromiso y lealtad. En eso coincido totalmente. Se debe insistir en no cesar en el respaldo al gobernador Astudillo que se ubica como uno de los mandatarios con mejor aprobación a nivel nacional. El quinto Informe de Gobierno es también el momento en que el gobernador hace un balance de los logros que ha conseguido y los desafíos que hasta el final deberá enfrentar.
No, no es la antesala de la despedida.