• La UIF lo señala de lavar dinero
Por Jorge Valdez Reycen
Su andar era con dificultad. Pesado, obeso, con sus inseparables anteojos colgando de su cuello.
Encorvado, como llevando a cuestas en sus hombros un peso invisible, se le vio caminar por la terminal Uno del Aeropuerto Internacional de la CDMX. Ya sin la representación diplomática en los Países Bajos, que fue como su carta al exilio.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que encabeza Santiago Nieto, el llamado Eliot Ness de “Los Intocables”, presentó cargos graves de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero en su contra.
Y no se trata de un narcotraficante, ni de un lavador de recursos de procedencia ilícita… estamos frente a un presidente del Tribunal Superior de Justicia del desaparecido Distrito Federal y exembajador de México: Edgar Elías Azar.
Fue la noticia “bomba” del arranque de este 2020.
Con sigilo, la investigación de la UIF, ha sido preparada y llevada ante el cadalso de los medios de comunicación como un hecho categórico, sin pauta a la presunción de inocencia. Es el sello de la casa de la 4T.
Edgar Elías Azar nació el 7 de agosto de 1946 y fue magistrado presidente del TSJDF del 2007 al 2017. Luego fue embajador del 28 de junio del 2017 al 30 de noviembre del 2018.
La renta de bienes inmuebles que cobraba Elías Azar por 78 millones de pesos mensuales fue la punta de la investigación que la UIF ventiló y llevó a la Fiscalía General de la República para abrir una carpeta de investigación. ¿De dónde acumuló tantos bienes inmuebles un servidor público con 51 años de carrera?
“Follow the money”… la frase predilecta de los gringos en cualquier investigación, obligó a Santiago Nieto a comenzar la indagatoria.
De acuerdo con “Proceso” y “Milenio” Edgar Elías se vio envuelto en señalamientos de acoso sexual contra una abogada y una periodista que lo denunciaron. Ninguna acusación prosperó. Durante 26 años de carrera en la judicatura con tres periodos como presidente magistrado, Elías Azar dispuso del Fondo de Apoyo del Poder Judicial como “caja chica”, manejando hasta mil 200 millones de pesos anuales sin rendir cuentas a nadie.
A sus 74 años, Edgar Elías Azar luce acabado físicamente. Siempre tuvo un carácter explosivo, malhablado, temperamental.
El escándalo que ahora enfrenta con la investigación de la UIF pone en entredicho su carrera de 51 años en el servicio público. Desde que fue secretario de Finanzas en el gobierno de José Francisco Ruiz Massie, se le relacionó con actividades inmobiliarias en la adquisición de propiedades, donde destaca el estacionamiento de “La Diana”, junto al mercado de artesanías. El condominio “Piedra del Elefante”, así como acciones de copropiedad de una clínica médica cerca del parque “Papagayo”, por citar ejemplos.
Las rentas de edificios, inmuebles y propiedades que dejan casi 80 millones de pesos mensuales de utilidad es lo que obligó a los “sabuesos” a olfatear las propiedades del tres veces presidente del Tribunal Superior de Justicia del DF y exembajador de México en los Países Bajos.
¿Será enfrentar en prisión el juicio por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito el epílogo de su carrera en el servicio de la judicatura durante 51 años?
A Edgar Elías Azar le atribuyó en 1988 una serie de auditorías “a modo” contra de empresarios afiliados a la COPARMEX, cuando Zeferino Torreblanca Galindo comenzaba a despuntar como empresario-opositor. Zeferino acusó a Elías Azar de urdir “un terrorismo fiscal” contra críticos del gobierno.
El tiempo… ubica a todos en su sitio exacto.