Por Jorge Valdez Reycen
• Desarticula SSPE banda delictiva con arsenal
• Con trabajos de inteligencia, se actúa: Portillo
“La Chiva” cantó. “Arnulfo Cerón está enterrado en una fosa cerca de “Los Tres postes”, por Igualita”… La declaración del sicario identificado como Jorge “N”, alias “La Chiva”, resolvió que el activista del Frente De Defensa Popular de la Montaña habría sido asesinado e inhumado desde hace 40 días.
Las últimas 48 horas en Tlapa de Comonfort la presencia de cuerpos policíacos y militares y un discreto y efectivo despliegue táctico de inteligencia logró la ubicación y detención de una banda criminal, así como el aseguramiento de un poderoso arsenal. Entre ellos estaban Jorge “N” y Teresa “N”, quienes fueron rodeados por militares y policías. Se entregaron, ya no opusieron resistencia, a pesar de tener fusiles de asalto “Cuerno de Chivo” AK-47 y el AR-15, así como vehículos, motocicletas, radios, celulares y enervantes.
David Portillo Menchaca, secretario de Seguridad Pública, destacó que el resultado del operativo táctico fue exitoso, al no dispararse una sola bala. Eso, en el protocolo de la Policía Federal, constituye una acción limpia y efectiva. La captura de los presuntos criminales y aseguramiento del arsenal, como vehículos y demás cosas incautadas fueron puestas a disposición de la Fiscalía General del Estado para que continúe en las indagatorias ministeriales, forenses y de criminalística pericial.
El “canto de La Chiva” tuvo testigos de calidad: visores del Centro Tlachinollan de la Montaña, por lo que no podrá decirse que su declaración haya sido arrancada mediante tortura.
También, que las motivaciones para privar de la libertad primero y luego de la vida a Arnulfo Cerón Soriano se podrán acreditar una vez que sean capturados los probables responsables en autoría intelectual. Ese proceso es el que está en curso en la FGE.
Lo que cabe destacar es el exitoso operativo desplegado a raíz de la reunión del Grupo de Coordinación para la Reconstrucción de la Paz y la Justicia, celebrado en Tlapa la semana anterior.
También, que hubo un trabajo discreto, de inteligencia policial, para detectar en los terrenos baldíos la presencia sospechosa de hombres y adolescentes que hacían alarde de ostentación de armas de fuego. La denuncia ciudadana jugó también un papel decisivo, pues logró recabar datos, horarios, señas particulares de los integrantes del grupo delictivo y la forma de actuar siempre retadora, desafiante hacia la gente que tenía miedo y se refugiaba en sus casas.
Las fuerzas tácticas diseñaron un operativo sorpresivo que logró la captura de 16 masculinos en posesión de armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas. Ese fue el golpe certero. Lo demás fue atar cabos y reconstruir, en base a las declaraciones de los detenidos, la larga cadena de fechorías cometidas.
Luego la entrega a la FGE para que prosiga en las actuaciones ministeriales que consisten en reunir testimoniales, evidencias periciales, forenses, en materia de balística, fotografía, necropsia para determinar la fecha de la muerte de la víctima, la forma en que fue privada de la vida y demás estudios criminalísticos.
Todo llevó un proceso: primero la declaración de “La Chiva” dónde inhumaron a Arnulfo. Luego exhumar el cuerpo usando maquinaria. Más tarde reunir evidencias periciales y trasladar el cuerpo al servicio forense para determinar fecha, hora, forma y causa de la muerte.
Evidentemente el trabajo de inteligencia policial, como destacó Portillo Menchaca, ha sido la base del éxito. Ello es, quizá, entre la tragedia y el impacto mediático que atrajo la desaparición del activista Arnulfo Cerón, el mejor dato no desperdiciado de cualquier analista.
El policía de carrera sabe que un criminal, al verse cercado y detenido, confiesa su crimen. Por eso “La Chiva” cantó…