Por Andrés Campuzano
@andrescampuzano
El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha logrado consolidar su poder político en estados clave para el Partido Acción Nacional. Lo ha conseguido en una elección que se consideró como una prueba de popularidad para la administración -6 meses- de Andrés Manuel López Obrador, una prueba que se da en el contexto de una tensión del gobierno federal con el gobierno de Donald Trump, un repunte de violencia a nivel nacional y una percepción negativa sobre la economía y un marcado abstencionismo en la jornada electoral en seis entidades del país.
El mapa político en México se reconfigura con los resultados de esta elección el Acción Nacional mantiene 8 estados, el PRI 13 y Morena controlará 6. El amplio respaldo popular que logró López Obrador en la elección del año pasado parece no haber disminuido sobre todo en un estado como Puebla en el que la repentina muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso y su esposo el exgobernador Rafael Moreno ocurrida el pasado 24 de diciembre en un accidente de helicóptero enrareció el clima político en esa entidad en la que se vaticinaban serios conflictos.
No ocurrieron.
La lucha que López Obrador ha emprendido contra la corrupción y el marcar la agenda mediática con su conferencia matutina todos los días han sido dos factores claves para mantener su aceptación ante los ciudadanos.
Con estos resultados Morena ha logrado consolidarse y su principal objetivo será mantener intacta esa preferencia electoral para las elecciones intermedias en el 2021.