Por Andrés Campuzano
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@andrescampuzano
Amigas y amigos, ¿es suficiente el mérito profesional de una mujer para ser política o funcionaria? Diversos movimientos sociales, leyes y paridad de género podrían advertir que es así, pero, no. La misoginia que se utiliza como arma estelar en algunas opiniones editoriales cargadas de sinrazón, odio y de manera anónima siguen afectando al gremio periodístico y no nada más se ha naturalizado sino que va en aumento.
Esto se los digo amigas y amigos, porque algunas mentes retorcidas y carentes de intelecto, enfocaron sus baterías en contra de una mujer, simplemente para que no les quitaran su convenio de publicidad o se los redujeran. No hubo una crítica a su desempeño como funcionaria, el intento era claro: humillarla por ser mujer. El odio a la mujer manifestada, sobre todo, en el terreno profesional, pues se pone en duda sus capacidades, les insultan o se les acusa de todo en su vida personal.
Muchos hombres no aceptan el acceso de mujeres a puestos de mayor responsabilidad, y este recelo se transforma fácilmente en odio, uno que sigue vigente en este siglo 21.
Afortunadamente la conjura de los misóginos topó con pared; fueron muchos compañeros los que se sumaron para no permitir la denigración hacia una joven funcionaria.
Ayer, tras una larga espera para conocer quien se encargaría de dirigir la oficina de comunicación del Congreso de Guerrero, los legisladores designaron por unanimidad a la licenciada hacia Vianey Valderrábano Sagregro, ella que había sido el blanco de dardos envenenados, hoy, podemos celebrar que se le reconoce su trabajo.
Vianey Valderrábano, fue subdirectora de comunicación social en la 59 legislatura; también directora general de la unidad de información y de difusión de los derechos de los migrantes en la secretaría de los Migrantes y Asuntos Internacionales; y, su experiencia en medios de comunicación bien le ha valido esta encomienda.
No se equivocó Christine Lagarde, cabeza del fondo monetario internacional al afirmar que «si las mujeres quieren tener éxito, tienen que ser de piel gruesa» el ataque contra Vianey, es ejemplo de ello.
¿No lo creen?