• Nestora Salgado y su amnesia ingrata
• La controvertida comandanta-senadora
• “No le voy a contestar descalificaciones”
Por Jorge Valdez Reycen
Desde su encierro en el Penal de Máxima Seguridad, aquella mujer clamaba ayuda desesperada.
Pocos acudieron a su llamado de auxilio y a su petición de clemencia. Sin embargo, uno sí lo hizo. Héctor Astudillo Flores.
Han pasado varios días, semanas, meses y años de su excarcelación. Ahora, aquella mujer por avatares de la vida recuperó su libertad y hasta se postuló para una Senaduría de la República, la que ganó con amplitud de sufragios.
Nestora Salgado García se fue a los Estados Unidos tras su liberación. Se especuló que su caso había sido presentado por el gobernador Héctor Astudillo Flores ante el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, logrando que con su liberación se concluyeran conflictos aún latentes que en nada abonaban a un clima de reconciliación y paz entre las partes involucradas.
De aquel episodio que indignó a las víctimas de ultrajes y agravios cometidos por la “comandanta” de la Policía Comunitaria de Olinalá, han pasado muchos meses y no se olvidan fácilmente.
Lo que sorprende ahora, es que la flamante senadora de la República se haya olvidado convenencieramente de quiénes le ayudaron. Sí, esa amnesia tiene un significado y se le llama IN-GRA-TI-TUD.
Nestora Salgado ahora se ha convertido en una mujer proclive a descalificar, criticar y hasta insultar. Es comprensible su actuación, puesto que lo sufrido por ella es lo indecible, al grado de no entenderse hasta qué punto el encierro en un penal de máxima seguridad pudo provocarle un trauma psicológico. Quizá un facultativo pueda arrojar más luces en esto.
Lo notoriamente explicable ahora en su comportamiento como Senadora, es que Nestora Salgado intente primero “limpiar” su nombre, reposicionarse en los medios de comunicación con otra imagen pública opositora al régimen priísta de su estado natal, endilgando descalificativos y críticas como “gobierno fallido” al que encabeza hoy Héctor Astudillo Flores.
La ligereza de Nestora radica en su ausencia del estado en los tres años de gobierno de Astudillo. Es decir: la comandanta estuvo en prisión, luego al ser excarcelada se fue a los Estados Unidos de Norteamérica –disfrutando su doble nacionalidad— y se alejó de todo contacto con la CRAC y la PC. Ya no volteó a ver a sus compañeros de lucha que seguían en prisión. Lo que ella buscaba era su libertad… clamaba y suplicaba ayuda.
Paradójicamente, quien le ayudó se llama Héctor Astudillo Flores, es el gobernador de Guerrero y es a su gobierno el que llama “fallido”.
Condiciones humanas, ausencia de valores, principios fundamentales de vida que se adquieren desde el seno familiar con solidez, pero que en Nestora no existen… cero.
Cuando al gobernador Astudillo Flores le preguntó un reportero sobre las declaraciones recientes de Nestora sobre su gobierno “fallido”, el mandatario hizo un alto. Miró a los periodistas y les dijo:
–Fíjense bien lo que les voy a decir. A Nestora Salgado no le voy a contestar sus descalificaciones y críticas. Sólo le voy a preguntar: ¿Ya se le olvidó quién la ayudó?… Es todo”.
