Por Edgar Neri
Se están pasando.
Lo ocurrido a la joven que estudia en la Universidad Hipócrates es una prueba de que estamos en un mundo de juicios sumarios estúpidos.
Las autoridades reservan el nombre de asesinas, de secuestradoras (el caso de Taxco es de los más conocidos y cercanos), pero no son capaces de detener la avalancha de insultos hacia una joven que, seguramente rodeada de familiares y amigos de cierto nivel, le motivaron a saquear cervezas.
No imagino lo que debe estar pasando.
Una persona muy cercana a mí durante Otis ofreció unas bolsas de mano. Eran de Palacio de Hierro y contaban con etiquetas e incluso tickets de compra.
No faltó el pendejo que puso que eran de Otis, y la subió a un grupo para que se sumaran cientos de personas a agredirla. Fue tendencia dos días.
La tienda en La Isla se llama Casa Palacio y aunque la persona lo explicó, poco importó en un mundo de idiotas, minimizaron el dato porque simplemente se trataba de sumarse a la lapidación.
En el caso que nos ocupa, creo que por un lado la Universidad Hipócrates debería protegerla, conozco a la rectora Marisol Manzanarez Nava y estoy seguro que pronto se manifestará con empatía.
Por su parte, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda ha estado inmersa en mucho trabajo, mañana tiene una reunión muy importante con la Dra. Claudia Sheinbaum en una señal importante para Guerrero (la presidente de México viene al otro día de tomar posesión a atender la contingencia por el huracán John). Estoy seguro también que pronto mostrará toda la sororidad hacia la joven cuyo delito fue sumarse a una acción en eso que llaman cohesión social.
A las mujeres, ojalá fueran más solidarias y mostrar esa sororidad que se les lee muy bonita en las redes sociales pero que poco o nada se ve en las calles, en los colegios, en los centros laborales.
¿A cuánto asciende lo robado?
Por ahí podríamos empezar.
Saludos y buen día.
