“¿Cómo entender lo que pasa en mí?… Y resulta que mi alma sigue igual… formando tu figura… Pensar en ti sería más hermoso oír tu voz… pero puedo seguir estando solo, así… pensando en ti”. Francisco Céspedes marcó historia. “Todo es un misterio/poderoso y místico/cuando vuela el alma/y encuentro tu destino/ligado a aquel camino/que acaba siempre pensando en ti”.
“Un hombre normal” de Espinoza Paz es el disimulo del dolor ante la soledad. Ser alguien que finge estar normal para pasar desapercibido. “Me haré pasar por un hombre normal/que puede estar sin ti/que no se siente mal/y voy a sonreír para que pase desapercibida mi tristeza/con madurez me voy a retirar y por primera vez prometo no llorar/y voy a sonreír para que pase desapercibida mi tristeza”.
Pero Céspedes se pregunta: “¿Qué hago contigo, amor, qué hago contigo? ¿Qué puedo hacer para quedarme un día tranquilo?… Con esa sensación de amargo vino/con esta soledad sentada al lado mío… quizá mañana el sol saldrá, pero hoy tu amor ya lo he perdido”.
…” quizá te añore/pero no hay nada personal/no necesito arrinconarte/ni antes de dormir besarte/ y es que entre nosotros no hay nada personal” … Ah, Manzanero ¡Grandeza!
Del disco “Vida Loca”, Céspedes insiste: “¿Tú, por qué? La pregunta que siempre le ha dado sentido a la vida. No la encuentro, contigo, ninguna respuesta escondida. Sin un por qué y fuiste mía… Yo, ¿por qué? Tal vez porque soy lluvia que calma tu sed repetida. No es porque mires mis ojos, veas luces divinas”. Y me siento más solo que ayer/y creyéndonos civilizados, decimos nos vemos mañana… tan seguros que cuando decimos, no cabe otra lágrima”.
Sergio y Estíbaliz, en 1979 marcó su huella en su “Búscame, donde el sol/donde se acabe el mar… dónde el amor se puede regalar/donde mi voz se escuche más y más… como la cigarra tienes alma de juglar/pero tú eres mi guitarra al caminar/y si me quieres encontrar búscame… Yo te haría un lecho con la arena de la mar/si tú lo quieres” …
En Llorando por dentro, Pancho desgarra: “qué debo hacer para que tú sepas que aún te sigo amando/qué puedo hacer para que tú sepas que jamás te he olvidado/si ya no puedo tenerte/si ya no puedo besarte/sí sé que hasta tus lindos ojos desamorosamente y con frialdad me ven” …
José-José interpretó por los 70’s “Me da igual lo que hables/no me puedes herir/no me importa… El amor dura un día o una eternidad/pero el nuestro se marchó y no volverá. No busquemos ningún culpable/ni tampoco una solución… nuestro amor se quedó en el aire y el tiempo se lo llevó… Tranquilo, tranquilo me voy/tranquilo tal cual como soy. Hoy me voy de tu vida, déjame que te diga que es mejor separarnos que vivir como extraños, es mejor decir adiós”.
Del álbum “Amor… amor” el Príncipe de la Canción nos dejó una reflexión hecha un himno: “Es la vida un libro que no puedo yo leer/un idioma extraño que no acierto a comprender. Naces preguntando y te mueres sin saber. ¿Para qué has luchado y quién te mandó nacer?… Es la vida para unos un sueño fugaz/sin embargo, para otros una eternidad. Siempre es el más fuerte el que impone su verdad/y siempre el más débil el que tiene que callar… callar no levantar la voz. Me pregunto lo que habrá más tarde y me pierdo en la oscuridad/porque no tengo respuestas para contestar/hacia dónde debo dirigirme… hacia dónde debo caminar yo no sé lo que pueda encontrarme al final… En el teatro de la vida/yo quiero saber/dónde está mi sitio/y cuál es mi papel/todo cambia y todo gira a mi alrededor/en un mundo extraño que ha perdido el corazón/y yo qué confundido estoy!!!”
Las vivencias hechas melodías. Hojear pasajes de vida. Ustedes ya las cantaron y las volvemos a cantar. Disfrutemos este fin de semana…