• “Bailé con la gobernadora”, festeja octagenario de El Ticuí
• Porfirio Díaz creó su “obra máxima”: la fábrica algodonera
• De la sierra a su mesa: empresarios comprarán producción
–¡Bailé con la gobernadora!… ¡Sí bailé…!! –así festejaba Don Erasmo a sus 85 años y más.
Los últimos destellos del ocaso daban de frente a las milenarias ruinas del antiguo emporio porfirista de 1904, con sus casi dos hectáreas y media, que dio trabajo a miles de costeños en la fábrica de hilados y tejidos “Progreso del Sur” en El Ticuí, pegadito al río Atoyac.
“Por los Caminos del Sur” con la Orquesta Filarmónica de Acapulco –festejando sus 24 años de vida– animó a Don Erasmo a sacar a bailar a Evelyn Salgado Pineda, y disfrutar esa cálida noche tropical junto a más de 150 familias reunidas al pie de los imponentes muros de adobe de esa fábrica que hace más de un Siglo atrajo a miles de migrantes en busca de trabajo, como a los abuelos de la presidente municipal de Atoyac, Clara Elizabeth Bello Rios.
Relámpagos en un nublado cielo de la Sierra Madre del Sur daban realce al reinicio de la “Semana Alvarista” en honor al Gral. Juan Álvarez Hurtado, que lleva su nombre y legado Atoyac de Álvarez.
Era el inicio de un concierto a su memoria con “las Mañanitas”, que se ligó a “Caballería Rusticana” y luego “El Toro Rabón” y el Danzón No. 2 de magistral interpretación por la OFA.
La sonrisa de Evelyn Salgado lo decía todo. Disfrutaba intensamente con la alcaldesa y los empresarios turísticos restauranteros, entre ellos un chef de talla internacional, que horas antes sellaron un pacto de adquirir chile habanero, tipo manzano, mango, miel, flores, duraznos, café de altura, y la extraordinaria producción de la sierra guerrerense que exigía a gritos mercado a sus productos.
Y la ayuda llegó desde Ixtapa-Zihuatanejo. Un cheff se maravilló de la riqueza de frutos y el café. El gobierno de Evelyn Salgado sólo los invitó a probar los productos y la reacción fue de sorpresa y a bajos costos, por la cercanía. ¡Negocio redondo!
Pero además, el concierto a la memoria del Gral. Álvarez fue el cierre de un día que hasta Susana “Susy” Ángeles, presidenta municipal de Tizayuca, Hidalgo, vivió, gozó y se impresionó. Con sus colegas alcaldes Ossiel Pacheco (Coyuca de Benítez), Glafira Meraza (San Jerónimo) y Clara Elizabeth Bello Rios (Atoyac) disfrutó una noche mágica, espectacular, de baile, danza y música guerrerense en sinfónica.
Evelyn respiró hondo, con satisfacción y orgullo. “Que vivan las mujeres”, le salió del alma en su discurso. Su brazo derecho en alto, fue la misma señal de todas las féminas que exigen un Basta Ya a la violencia de género y ataques feminicidas. Es la sororidad que reclaman en las calles, a gritos de indignación.
El Ticuí y su historia milenaria aún tienen dos enormes turbinas que generaban electricidad en toda la Costa Grande a principios de 1904. Aquí vino Don Porfirio Díaz a inaugurar la fábrica de los propietarios españoles que daban empleo y trabajo a miles de migrantes. Una chimenea permanece de pie, a pesar de cañonazos, a pesar de cuatro terremotos… el de 1957, 1985, 2017 y 2021… La grandeza de la Costa, forma parte de ese legado histórico.
Había motivo para bailar de regocijo con aquel octagenario bailador esa pieza musical que es también un himno de paz, progreso y desarrollo.
Evelyn tenía motivos para disfrutar un concierto de dos horas, bailar, reir y celebrar al patricio insurgente que fue el primer gobernador del estado de Guerrero… igual que ella: la primera gobernadora de esta entidad del sur.
Un relámpago iluminó a lo lejos la silueta imponente de la sierra cafetalera. Eran flashazos parte del inicio de mejores tiempos y de transformación para Guerrero.