• La extraordinaria obra de diputados (as)
• Superó con mucho a otras Legislaturas
Exquisitez… magnificencia en la creatividad botánica. Arte en la flora, un exótico conjunto exuberante, mágico, donde antes –hace apenas menos de 100 días— era un solar de concreto frío, gris, estéril, hoy es un oasis, literal. Un paisaje arrancado a la imaginación, sin límite presupuestal.
Lo que haya costado… 6, 9 ó 10 millones de pesos… qué importa… ¡claro que los vale!
Los 46 diputados de la 63 Legislatura de Guerrero, han hecho lo que ningún guerrerense hubiera imaginado: un fabuloso rincón de vida, irreal, con peces en estanque, lirios, jardín con riachuelos, fuentes, bambúes, bugambilias, palmarecas y palmillas… mesas de hierro con sillas en apartados con sombrillas, tipo SPA… No’mbre, en una palabra una obra de arte a la naturaleza.
El buen gusto de los integrantes de la LXIII Legislatura guerrerense es digna de encomio, por encima de cualquier otro comentario ofensivo, alusivo a la austeridad o maledicencia envidiosa que corroe las entrañas de críticos cargados de sevicia.
Detuve mis pasos en un puentecillo de madera de apenas 2.5 metros y contemplé maravillado a los peces. Sentí la humedad y transporté la mente al sonido del agua fluyendo por riachuelos. Maravillado por el verde de sus jardines, lo bien cuidado de sus ficus benjamín y las huellas de rocas finamente colocadas para guiar al visitante por esa oda a la naturaleza, concluí que ha sido la mejor obra en años.
Ninguna de las otras legislaturas igualan a ésta, en su extraordinario gusto por la magia de un jardín botánico al alcance de cualquier ser viviente que visite la sede del Congreso del Estado.
Para complemento de este asombroso cambio en la sede del Poder Legislativo, puedo informar que los gruesos cristales de la entrada principal tienen un blindaje capaces de soportar pedradas o proyectiles. Las oficinas del presidente de la Junta de Coordinación Política, del titular de los Servicios Financieros y de Administración, legisladores y hasta los baños (recién remodelados con todo los acabados) también tienen persianas de acero y están blindadas.
En la azotea se han cambiado domos acrílicos, que estaban “tostados” por el sol, por nuevos y relucientes. También se colocó una granja solar para obtener autonomía de energía eléctrica provista de energía limpia y menos costosa que la suministrada por CFE.
En el patio central interior, se colocaron macetones ocultos con árboles estilizados como bonsái gigantes y flores, cubiertas con grava blanquesina, imitación mármol.
Para quienes se preguntan: ¿Y cuándo hicieron posible este prodigio de transformación? Pues en el mismo lapso que lleva la actual legislatura y al mismo tiempo que demolían la antigüa biblioteca, cuyos deshechos de aceros se han apartado discretamente y quién sabe dónde han ido a ser depositados. Varias toneladas, por cierto.
La estatua de un solitario Morelos, el Siervo de la Nación, aparece arrinconado, como los recuerdos de aquella legislatura que imprimió en letras de oro y placas de acero colado sus nombres apretados en tres por dos metros.
Dos pantallas dos, de 4 metros, heredadas de la pasada legislatura –célebre por su “Operación Mongol”, que defenestró a dos presidentes de la Jucopo e hizo de los “cuchillos largos” su imagen—, permanecen congeladas con el logotipo parlamentario central en el salón de sesiones, donde se estrenan nuevas cámaras de videovigilancia con CCT (cámaras de circuito cerrado)… mientras que el escudo del estado al centro de la tribuna, tiene algunos de sus focos fundidos y luce llena de polvo y hollín.
Ah!… De lo sublime a lo mundano.
Esta LXIII Legislatura de Guerrero podría ser la primera en incurrir en un desacato a la jurisprudencia dictada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y, lo más grave, sus integrantes legisladores (as) podrían enfrentar un juicio de procedencia que los lleve a su pérdida de fuero y posterior destitución.
Y qué importa que la obra parlamentaria permanezca en pausa, o que no haya Auditor Genera, ni Fiscales “carnales”… o cualquier engañabobos habilitado de funcionario-burócrata que mienta como respire… Peccata minuta.
