• Una charla de 5 minutos con Félix Salgado
• Servir con pasión, entrega y amor a Guerrero
• En meses vivió días felices y los más amargos
–A ver: ¡Cuál es el papel de un senador de la República? ¿No es resolver las demandas de la ciudadanía? ¿Cuál intromisión? ¡Nada! Al pueblo se le debe responder a sus demandas, a sus peticiones… a sus necesidades.
Es Félix Salgado Macedonio, quien así sale al paso de cuestionamientos por su gestión ante los trabajadores del Congreso del Estado que estuvieron más de 12 días en paro laboral exigiendo sus derechos, luego por levantar el “plantón” de estudiantes rechazados de la UAGro en las carreras de Medicina, Enfermería y Odontología.
Y ahora, gestionar la construcción de un muro de contención en la colonia donde una camioneta Urvan del servicio público de transporte de Chilpancingo, sufrió aparatoso percance donde varias personas resultaron lesionadas., el pasado 31 de julio.
–¡Ese es el deber de un representante popular! –explicó a colonos que fueron a pedir su intervención ante el Ayuntamiento de Chilpancingo.
Se comunicó con la secretaria general del Ayuntamiento, Anacleta López Vega y por el modo de altavoz solicitó una respuesta inmediata a los colonos afectados. Entre aplausos, la funcionaria municipal aceptó recibir a una comisión de habitantes.
–¡Te van a ir a ver en menos de lo que canta un gallo! –le dijo Félix a Anacleta, a quien identificó como “mi hermana”, y a quien le tiene especial afecto a su trayectoria.
Y es que en los últimos días de julio y principios de agosto el activismo de Félix Salgado ha sido incesante en atender personalmente, fuera de agendas, de protocolos y de poses, los reclamos de los guerrerenses a sus demandas.
–Ese es mi trabajo, que lo entienda la gente. No le busquen otra cosa. ¡Venimos a servir con pasión, con entrega y con todo el amor a los guerrerenses!
Vehemente en su hablar, medio ronco, admite que se ha dado tiempo para ir a la playa “a un chapuzón con mi nieta, con mi hija, a correr por Sinfonía del Mar y estar cerca de la gente que me busca y me pide ayuda”.
No hay melancolía en su mirada. Hay cierta paz interior, luego de aquellos tragos amargos que vivió entre enero y abril. Quizá esos fueron los días más tristes, inciertos, angustiosos y llenos de intolerancia hacia su aspiración de ser candidato a la gubernatura de Guerrero. Sobrevivió a la más feroz de las guerras sucias que se tenga en la memoria histórica de la entidad.
Dos días antes del año nuevo 2021, todo era felicidad y alegría en la familia de Félix Salgado. Era un paso contundente a la candidatura ser designado coordinador de los comités ciudadanos para consolidar la Cuarta Transformación. Ese era el nombramiento otorgado por Mario Delgado Carrillo, presidente nacional de Morena.
Así comenzó el año 2021, el del triunfo anunciado con muchísima antelación. La popularidad era medida, corroborada, por todas las consultoras y empresas de marketing político. La intención del voto por Morena y Félix Salgado era superior al 70 por ciento.
Pero el plan nefasto de tumbarlo “como sea” provino desde el propio seno partidista. Ni duda hubo.
Reponerse de un trance en lo anímico, emocional, familiar, electoral y personal fue quizá una proeza de la que no le gusta hablar, ni mencionar siquiera.
–¡Soy Toro! Yo aguanto. Soy luchador de toda la vida, tú me conoces –se sincera con franqueza.
Cuando canta “Libro abierto”, se identifica con esa letra que la interpreta con sentimiento bohemio, con el alma.
Félix es muy emocional, pasional, entregado a una vocación personal: servir a los guerrerenses. “Se los he dicho a mis hijas, a mis nietos, a mis amigos, a todos mis hermanos: Vivimos para servir, por eso vamos a hacer historia en Guerrero”.
Con Félix a veces no necesitas hablar, con la mirada lo expresa todo.