Por Andrés Mauro Campuzano
@andrescampuzano
Hoy la sexagésima segunda legislatura en el Congreso de Guerrero encabezada por la fracción parlamentaria de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se tambalea, incapaz de dar respuesta a los desafíos actuales y a los desajustes internos, particularmente con sus trabajadores que demandan el respeto a un aumento salarial del 8 por ciento.
Sin liderazgo…
El Génesis de su llegada como líder del Congreso es el conflicto. Su antecesor, Jesús Villanueva Vega logró resarcir varios desatinos del diputado Antonio Helguera quien tuvo tantas contradicciones que se convirtió en un tren a punto de descarrilar. Alfredo Sánchez llegó sin el aval de todas las diputadas y diputados de Morena; obsesionado con la productividad parlamentaria no sé equivocó en retomar muchos temas que habían quedado rezagados, no obstante, con su actitud no logró legitimarse o resolver conflictos para capitalizar su liderazgo.
“Premiar o castigar a la prensa”, costumbre del gobernante en turno…
“(…) somos el ejemplo de lo que no se tiene que hacer en la administración pública”, lamentaba el pasado 10 de mayo en una conferencia de prensa el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) Alfredo Sánchez Esquivel y dijo esto al mostrar un mapa en el que la entidad aparece coloreada de rojo debido al escaso cumplimiento de rendición de cuenta y desempeño frente a otros congresos.
“(…) el Congreso de Guerrero es el más antitransparente así lo recibimos (sic)”, insistió Sánchez Esquivel luego se congratuló porque la entidad ya se encontraba en el lugar número 2 “éramos el antepenúltimo y hoy estamos en el segundo lugar por cumplir con la transparencia”, dijo.
Luego, reveló que evalúa “el trabajo de los medios de manera mensual” y que recibe un informe que revisa él “cuánto están publicando cada uno de los medios y qué está publicando y que diputado está vertiendo información y qué medio le está dando seguimiento a las sesiones que estamos teniendo en el Congreso (sic)”.
Agregó, que cuando se integró como presidente de la Jucopo “de enero a febrero hubo solamente 89 entrevistas repartidas entre un número muy reducido de diputados”, aceptó que logró disminuir el “gasto” porque quitó el convenio de publicidad a 40 medios de comunicación.
Y es aquí cuando el líder del Congreso justiprecia a la prensa al igual que en tiempos de le hegemonía priista ocurría “(…) son medios que no tienen mayor cobertura son medios que desafortunadamente llevan muchos años aquí y en algunos casos son cuotas para apadrinar a alguna persona o para poder darle un salario a algún ciudadano”, sin embargo, hizo estas acusaciones sin presentar pruebas o acaso las denuncias correspondientes pues signar un convenio de publicidad con una persona moral o física cuando el medio de comunicación no existe o es una especie de dádiva, claro que es un delito.
Sánchez Esquivel continuó con su perorata “me tocó revisar cómo una revista aquí cobraba 10 mil pesos mensuales y mandamos a comprarla a un puesto y esa revista pretendía cobrar como de manera cotidiana lo hacía y no venía una sola publicación haciendo referencia de algún trabajo del Congreso del mes de enero absolutamente nada (sic) ” y siguió “le pedimos los testigos nos llegó con la misma revista y cuál es la sorpresa que el testigo sí traía una «hojita» donde se mencionaba al Congreso, eso era lo que ocurría”.
Aseveró que trabaja con medios que no “simulan” y denostó la labor periodística al decir que en el Congreso conoció la palabra “pasquín que es un medio que le pagan para que te pegue y yo no le pago a un pasquín”, se congratuló. Lo que no dijo el diputado es que se beneficiaron con un incremento al convenio de publicidad a medios que son membresías de políticos o legisladores con licencia. Sin embargo, invitó a la prensa a seguir informando e incluso criticar, pues “le sirve para corregir los errores”.
─ (…) si le preguntamos a la ciudadanía qué le interesa más, ¿saber los convenios que tienen los medios con el Congreso o saber cuánto ganan los diputados?, le cuestiona una joven reportera al legislador de Morena.
─ ¡En la página -sitio web- está! Revira el diputado que ya no sonríe.
─ ¿Vamos a encontrar la información precisa y verdadera? Insiste la reportera y agrega que los diputados tienen otros ingresos…
Repitió que en el sitio de internet del Congreso estaba toda la información. Incluso al responder a otro reportero el diputado criticó que un medio de comunicación tuviera 1, 500 seguidores en la red social Facebook dejando entrever que ese fue el filtro que ocuparon para cancelar convenios en algunos casos.
¡Los seguidores que tienes en rede sociales es lo que vales! No tengo duda que ese fue el mensaje. Además, de que el legislador no cesaba en calificar a algunos medios como “pasquines”.
“No le voy a pagar a un pasquín”, no obstante, el trabajo que realizó el “equipo técnico” para calificar a buenos, malos y simuladores era una práctica en gobiernos priistas para premiar o castigar a periodistas en función de su labor o genuflexión. Como legislador creo que él tenía la posibilidad de presentar una ley sobre medios en la que se establecieran reglas claras y requisitos para firmar convenios de publicidad.
“Diputados de Morena se van con manos llenas”: trabajadores
─ “¡Alfredo traidor pisoteas al trabajador” “¡Esta es la transformación que le dan a la nación!”.
Fueron algunas de las arengas en la marcha que realizaron hoy 24 de mayo los trabajadores del Congreso junto a su secretaria general de la sección 55 del del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), María Teresa Abarca Romero quien con megáfono en mano aseguró que Sánchez Esquivel amenazó a los medios de comunicación con los que tiene convenio para no cubrir el acto.
Abarca Romero declaró que no hay sensibilidad por parte del diputado presidente y sobre todo “no respetó la minuta de acuerdo, él se niega a darnos el aumento salarial del 8%, se niega a escucharnos a atendernos”
Alfredo Sánchez se une al coro de voces que pregonan la transformación en un contexto de conflicto y pugnas por el poder entre grupos al interior de su partido; en tiempo del coronavirus, acusaciones de intromisión en la elección en el proceso de elección del presidente de la Comisión de los Derechos Humanos; sin importar la crisis galopante se despide a algunos trabajadores del Congreso y se han liquidado a casi 70, se les niega el aumento salarial a otros; se cancelan convenios a la prensa bajo la premisa de una lealtad y producción de información para generar “me gusta” en las redes sociales.
Una coyuntura difícil, acentuada por las descalificaciones en las campañas políticas derivadas del proceso electoral actual. En el 2018 la mayoría de las personas decidieron que Morena gobernará el país y que en el caso de Guerrero se hiciera de alcaldías clave, aunado, el control del Congreso. La expectativa era mayor.
El resultado es la enorme deuda de liderazgo político, sin ética, sin unidad y que deja la 62 legislatura como “todo lo que pudo ser”. Para conocer el otoño de la Cuarta Transformación basta con ver al Congreso de Guerrero.
