Por Andrés Campuzano
@andrescampuzano
La facilidad con la que niñas, niños y jóvenes pueden acceder a internet es sorprendente y alarmante. En la mayoría de los casos los menores de edad piden los teléfonos inteligentes o tabletas a sus padres o algún familiar que se los presta para que se entretengan. Otra tendencia –una no deseable- es que los jóvenes ya cuenten con un dispositivo móvil o computadora y suban vídeos sobre sus rutinas, algo aparentemente inocente.
Pero, ¿qué pasa cuando los que generan contenido de su vida diaria o alguna actividad deportiva son niñas?
En la red social Youtube se encuentran vídeos de todos los géneros, un usuario puede estar mirando un vídeo sobre alguna receta de cocina o un tutorial para reparar algún aparato y enseguida el algoritmo de Youtube despliega en la columna de lado derecho una recomendación de vídeos por su popularidad o interacción que ha logrado y el algoritmo ´aduce´ que nos puede interesar.
¿Vídeos de niñas nadando o haciendo gimnasia con miles de reproducciones sin ser famosas? Es más, millones de vistas que se equiparan a la de los canales de artistas musicales o estrellas del cine.
¿Por qué?
De esta manera se acaba de crear polémica por la popularidad de un vídeo –y muchos otros- grabado por unas niñas mientras nadan en una alberca. Nada peligroso, ni de contenido sexual. Bueno eso es obvio en personas que no están enfermas, no obstante en la sección de comentarios del vídeo se pueden leer cosas por demás desagradables.
Es posible en esta red social marcar los minutos y segundos dentro del comentario para realizar una cita sobre ese momento exacto del vídeo con el afán de sexualizar la escena.
Algo por demás aberrante.
Estas niñas no son mayores a 11 años de edad, quisieron compartir un momento de sus vidas sin imaginarse que hoy son el centro de una discusión entre lo que permite Youtube y lo que censura, pues para la plataforma es más importante dar de baja vídeos con derechos de autor como películas o canciones que vigilar y proteger a menores de edad, sobre todo eliminar y bloquear a usuarios que comentan en sus vídeos.
Sí lo ha hecho, pero en menor proporción en su lucha contra la piratería.
El vídeo de las menores de edad no cuenta con su audio original, fue editado con música y subido en una cuenta cuyo perfil no muestra fotografía del propietario. El título y los algunos comentarios están escritos en portugués.
No es la única. Es una costumbre de muchos usuarios –y pedófilos- buscar vídeos en esta red social, editarlos y compartirlos para generar visitas y entrar en contacto con otras personas igual de enfermas que ellos para seguir intercambiando contenido.
Aunque las políticas de Youtube prohíben que menores de 13 años se registren y tengan su propio canal, es algo que se puede evadir fácilmente. En ocasiones por el descuido de los padres o incluso alentados por ellos para hacerse notar en un espacio en el que hacerse ´viral´ es fundamental, sin tomar en cuenta las repercusiones que esto pueda llegar a tener.
México no es la excepción. Algunos canales cuentan dentro de su catálogo de vídeos a niñas bailando reguetón o probándose ropa y se indica que son niñas de nuestro país, también en muchos canales se puede detectar que fueron descargados del canal original y subidos con títulos sugerentes como “probando bikini en casa” o “selección especial de baile sexy.”
Títulos que una madre o padre no escribirían. Desde ahí se delatan los pedófilos.
“A darle al ganso”, “Masturbationnnnn” y el comentario más guarro y con faltas ortográficas: “Me masturbe rico cuando te pusiste el Bikinicto Azul, oooh como salio disparada mi leche calientita pensando que caia en tu Bikincito azul.” Expresiones como las mencionadas prendieron los focos de alerta en varios usuarios y personalidades de Youtube que cuentan con millones de seguidores pues piden se unan para denunciar a los que roban y suben los vídeos descontextualizándolos o se expresan de la maneras más vulgar y aberrante.
Enfermos mentales.
Otro dato alarmante lo proporciona Internet Watch Foundation (IWF) un organismos que verifica que los contenidos en internet sean los adecuados. En su sitio web IWF permite denunciar de manera anónima las páginas que contengan pornografía infantil.
Comparto los comentarios para que ubiquen en la justa dimensión la precaución y atención que deben poner en los menores de edad que tienen acceso a internet.
Un llamado de atención para los padres y prohibir el uso de las redes sociales a los menores de edad sin supervisión. También exigir que los padres y familiares no suban fotografías o vídeos de sus hijas, sobrinos en otras plataformas como Facebook, Twitter, Instagram y muchas otras.
No es la primera vez que sucede esto en Youtube. En 2017 diversas marcas retiraron el patrocinio a la red social debido a que se detectó una gran cantidad de vídeos en los que ocupaban a personajes de caricaturas famosas y con animaciones generadas por computadora los presentaban en situaciones sexuales. En aquel año modificaron su plataforma para evitar esto, pero, tal parece que han encontrado su paraíso pedófilo.
En un espacio legal, por el que no pagan.
Uno a la vista de todos.
Puede consultar “La seguridad de los niños en línea: retos y estrategias mundiales” de UNICEF en:
https://www.unicef-irc.org/publications/pdf/ict_spa.pdf