Empiezo por manifestar mi respeto a todas las religiones. La libertad de creencias es un derecho constitucional. Aunque, muchas veces se asegura pertenecer a determinada religión y se actúa como si no se perteneciera. Es decir, dicen creo y viven como si no creyeran.
La religión que se profesa debe estar basada en conocimiento. Debe estudiarse. Debe sentirse y debe practicarse. Todos nuestros actos de vida deben estar determinados por nuestras convicciones y principios. Si digo creo así y actúo en contra de lo que afirmo creer soy un charlatán. He perdido el respeto a mí mismo.
Escribo lo anterior porque en todo México se celebró a la Virgen de Guadalupe el pasado doce de diciembre. En el pueblo más pequeño y apartado hubo fiesta. En las casas familiares de los creyentes se expuso una imagen con flores, velas y veladoras. Muchas familias se unieron para esta festividad. Pero ¿fue una celebración religiosa? En la mayoría de los casos no. Allí estaba la imagen, pero la reunión de amigos y familiares estaba en torno de cazuelas de pozole y botellas de mezcal y cerveza. Esto fue el once. El doce muchos amigos míos amanecieron con jaqueca y vómito.
Yo he vivido en pequeños pueblos campesinos. He visto y sentido las fiestas patronales en distintas fechas. Se instalan cantinas, se acondiciona un corral para el jaripeo, llegan los comerciantes e instalan sus puestos de mercancía. En ocasiones llegan prostitutas. Se realizan peleas de gallos con apuestas. Las fiestas patronales se realizan durante varios días. En esos días de “fiesta religiosa” hay mucha embriaguez, escándalos y, a veces, heridos y hasta muertos por arma de fuego.
Cuando vayas a un pueblo encontrarás algunas cruces en algunos lugares. Esas cruces están allí porque allí murió alguien. Ve las fechas de todas y verás que esas fechas coinciden con las fiestas patronales.
Repito: respeto las creencias de cada quien. Pero, esas creencias deben estar basadas en conocimiento y convicción. Los líderes religiosos deben impulsar al estudio y práctica verdadera de su religión. Debe haber convicción. No es argumento decir que son tradiciones y costumbres. Las tradiciones y costumbres de un pueblo deben elevarlo, deben dignificarlo, deben darle identidad.
