–¡Gracias a la vida… que me ha dado tanto! –expresó conmovido, citando a Violeta Parra, un Àngel Aguirre Rivero vibrando en plenitud, a sus 67 años. Flanqueado por “mis dos estandartes de vida: Santiago y Leonardo”, el dos veces gobernador de Guerrero, pronunció un mensaje cargado de emotividad y de mucha política.
Rodeado de sus familiares cercanos, de la mano con su esposa Laura del Rocío, a quien le dijo: “estas más hermosa que nunca” y le besó con ternura, Aguirre celebró su cumpleaños donde la política estuvo en primer plano, con personajes como Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República; Silvano Aureoles Conejo, exgobernador de Michoacán; los exgobernadores guerrerenses Rubén Figueroa Alcocer y Héctor Astudillo Flores; el senador Manuel Añorve Baños y el excandidato a la gubernatura Mario Moreno Arcos, así como diputadas y diputados, presidentes municipales de Zihuatanejo, Petatlán, entre otros.
Todos los colaboradores de sus administraciones se dieron cita en un salón de fiestas en la playa Bonfil.
Aguirre saludó de mesa en mesa a todos… estaba “engentado” pero feliz.
Ricardo Monreal lo alcanzó por las primeras mesas y se fundieron en un abrazo. Algo se dijeron al oído que soltaron carcajadas.
No pasaron ni 40 minutos cuando Rubén Figueroa Alcocer llegó con Héctor Vicario Castrejón. Estaba a punto de empezar a cantar Pepe Ramos la canción “Negritoooo puchunco y feo”… cuando fueron rodeados por varios exfuncionarios aguirristas. El saludo al “último patriarca” del PRI era imperdible. Muy respetuoso, agradeció los saludos y las selfies. Silvia Romero Suárez y Jesús Martínez Garnelo platicaron laaaaargo y tendido. Humberto Salgado Gómez algo le decía a Igor Petit, sobre el atuendo de plumas negras en el cuello, y sus lentes cuadrados de “Terminator”.
En la puerta, Armando Añorve recibía a los invitados en rigurosa lista. La guayabera en rojo era simplemente espectacular.
Pasear en las mesas era recorrer el tiempo en dos etapas: de 1996-1999 y del 2011 al 2014.
Pero Aguirre estaba feliz.
La puesta del sol atrajo a parejas de enamorados. Los colores en el firmamento y la luna, apenas una uñita, daban realce al gran evento.
–Te ves muy bien compadre!! –le dijo Aguirre a Juan Salgado Tenorio.
Geraldina Pérez fue la maestra de ceremonias con su voz costeña, que le cantó las mañanitas en coro al festejado a capella.
La exquisita voz de Ana Cirrè fue un deleite musical… “Eres el hombre perfecto… pero tienes un defecto… no eres sol-te-ro”, fue el éxito coreado por el respetable. Y vino el exprimiera voz de Los Ángeles Azules a poner a todos a bailar.
Ceviche, crema de tomate con un toque de plátano, pollo relleno y pay de elote con cajeta… la cena de tres tiempos. Ufff y el mensaje de Àngel… lo dijo todo.
Es un tiempo exacto. La melancolía por la ausencia física de Angelito, “que seguramente está viéndonos desde ese lucero que brilla con intensidad”, el remover sentimientos a flor de piel y la esperanza de forjar a dos pequeños inquietos, Santiago y Leonardo, vestidos iguales a su abuelo, le dieron el tono humano, sensible y lleno de vitalidad… a los 67 y… “todavía tener que poder”.
¡Vaya noche!
Aguirre está pleno, echado pa’lante…
Lo demás, está por verse.
¡Felicidades!