Félix Salgado Macedonio lo definió con todas sus letras: “En la Fiscalía General todos saben lo que hay: una pestilente corrupción… ¡y ya se va a acabar!”. Y pronosticó en breve “un verdadero cambio en la procuración de justicia”, por lo que tranquilizó a las ONG’S que han criticado la militarización de esa institución: “no se espanten, ni se asusten… ya no es como antes”.
En una entrevista concedida luego de que personalmente hiciera limpieza con escoba en mano en la playa “Papagayo” con una cuadrilla de trabajadores y su director de la Administradora de Playas, Alfredo Lacunza, el senador de la República habló de la designación de la nueva Fiscal General del Estado, la teniente coronel Sandra Luz Valdovinos Salmerón, de 51 años, y salió al paso de las críticas por su trayectoria militar y administrativa, sin haber sido litigante.
–Ya no es como antes. Hoy una militar tiene que poner orden, limpiar lo que todo mundo sabe en qué se ha convertido esa Fiscalía…
–Pero hay críticas de Eloy Cisneros Guillén… de Tlachinollan…
–Sí, es cierto. Pero quiero decirles que ya no es lo mismo. Hoy las cosas van a cambiar. Se va a limpiar. ¿No había paros ni protestas? ¡Ya se terminaron! Andan así (hizo el ademán con los dedos de tener miedo). Se van a aplicar protocolos y medidas propias de una Fiscalía autónoma, que limpiará de raíz lo que todo mundo sabe que existe… No se espanten, ni se asusten… hay un cambio real, subrayó.
A Félix Salgado le gusta “poner el ejemplo”, porque quiero “me me sigan los que crean que hacemos un bien”. Por eso “agarré la escoba y puse el ejemplo a los dueños de las sombrillas y sillas que rentan en la playa: limpien su basurita, pongan botes y bolsas para la basura. Y si ven que ando barriendo, que ellos también agarren su escobita y parejo a darle!!!”.
Félix desayunó unos huevos guisados en salsa de chile guajillo, tortillas y frijoles. Agua de limón o naranja. Recordó que cuando le dio Covid-19 “tenía 100 kilos de peso… bajé a 80 kilos”. También dijo que “el clavado” le dio la vuelta al mundo en imágenes. “Me hablaron de París, Francia. De Alemania y España. Todos vieron a Félix”.
–Fue un mortal desde la tercera cuerda, como en el ring. ¿Te acuerdas todavía?
–Jejeje… Una plancha. Es que había rocas y erizos y si me hubiera lanzado en picada me pego y hasta me clavo un erizo. Quiero decirte que nunca ha sido mi intención interferir en los actos de gobierno de mi hija Evelyn Salgado Pineda. Ella tiene su agenda propia… ¡y yo la mía! Ese día ella me invitó “acompáñame papi”, me dijo y por eso fui. Las playas están limpias, cristalinas… hay que seguirlas limpiando todos.
Charlar con Félix es una proeza, casi épica: le piden “selfies” los turistas, la gente que lo descubre en sus pants y lo reconocen de inmediato. Me voltea a ver y con los ojos inquietos responde.
Oye, Félix ¿no has pensado hacer un libro?
–Netflix quiere comprar los derechos para hacer una película del Ford Mustang “Tétanos” y de la motocicleta Harley-Davidson “Armadillo”.
–¿Y…?
–No quiero.
Pero un libro. Y se quedó pensando.
Los recuerdos de su vida los recrea con fotos en su celular. Me enseña cuando estuvo en “cuarentena” por el Covid-19 en la pose de Arnold Schwarzenegger. Otra de bigote cuando fue diputado “costales” y otra cuando caracterizó al luchador “Súper Voto”. Las tiene todas. Una enorme sonrisa se le dibuja en el rostro.
Una mujer gruesa de brazos y abdomen se acerca a darle masaje. Se quita la playera de un caballero águila azteca y reta al reportero: “voy a cumplir 65 años y mira”. ¿Eres peso completo o súper completo? Soy medio… cabrón.
Reír es parte de su personalidad. Se ríe de la vida.
¿Hay algo que no hayas hecho y tengas ganas de hacer?
–Echarme a uno que otro jotito preguntón… jajajajajajaja
–Del manojón… jajajajajaja
Es Félix Salgado, el luchador social que a los 18 años aprendió a pilotear una avioneta Cessna y obtuvo su licencia de piloto por acumulación de horas. Que a los 25 años estrenó el primer Ford Grand Marquis que llegó a Iguala. Que vendía oro al mismo tiempo que 3 mil ejemplares del periódico “Acción de Iguala” y se hizo de dinero. “Competía con Raúl Velasco, el dueño de “El Correo de Iguala”, en todo… era un periodista poderoso tú lo sabes. Y le quité el primer lugar en la venta de periódicos.
Con Cuauhtémoc Cárdenas también hubo desacuerdos: “me pidió que declinara mi candidatura por Ángel Pérez Palacios. Le dije que de él había aprendido el valor de la democracia y de las decisiones del pueblo. Él me contestó: Quiero un sí o no. Y le dije ¡No!… Me dio la mano y luego me la aventó.
Mi triunfo electoral como diputado federal no fue por José Francisco Ruiz Massieu, como dice una leyenda urbana por ahí. Fue el presidente (Miguel) De la Madrid quien le dijo a Luis M. Farías, presidente de la Mesa Directiva del Congreso de la Unión que reconocieran mi triunfo por el fraude hecho por (Filiberto) Vigueras Lázaro. La CTM cerró filas por Vigueras, pero De la Madrid se impuso: ¡Va Félix! Y así se escribió la historia. Fui el primero en marcar un triunfo en la democracia del México contemporáneo, el de finales del Siglo XX.
Con Ruiz Massieu nos hicimos amigos al final de su gobierno.
Oye Félix… el libro!!!
Jejeje
Le echó un bote de agua al asiento de la Honda 1,600 centímetros cúbicos y arrancó el motor. Se puso el casco que le obsequió Enrique Silva y se despidió. Nos vemos “Chakarrón”… jajajajaja.