“Los caminos de Chilpancingo nos traen a este evento de paz, porque la destrucción de armas significa paz, significa la posibilidad de que se cometan menos actos violentos. Paz es lo que queremos en todo el territorio de nuestra entidad y en toda la superficie de la república”, aseguró Florencio Salazar Adame secretario General de Gobierno al acompañar al comandante de la Novena Región Militar Juan Manuel Rico Gámez a la ceremonia de destrucción de 358 armas cortas y 537 armas largas que fueron decomisadas por la Secretaría de la Defensa Nacional.
“Hace unos días el gobierno federal declaró de manera enfática que estaba en desacuerdo con que el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica declarara como terroristas a quienes integran grupos delictivos en México”, y el secretario abundó “nosotros apoyamos esta actitud del gobierno de la República y la apoyamos, porque si ellos como nosotros queremos paz, este gobierno amigo, con quién tenemos un intercambio comercial muy importante, de lazos históricos para ambas naciones, este gobierno amigo puede contribuir mucho a la paz evitando el tráfico de armamento. Nos responsabilizan de la droga que se consume en aquel país; nos responsabilizan de los grupos delictivos que, según ellos, afectan al suyo. Los mexicanos hemos pedido que el gobierno de Estados Unidos impida y detenga el tráfico de armas, que se esfuercen pues lamentablemente estas armas llegan a las manos de grupos delincuenciales y si lo hacen, ayudará para que haya menos violencia en México y en estados como Guerrero”.
Resaltó que la ceremonia en la 35 zona militar en Chilpancingo refleja la enorme responsabilidad de las instituciones federales y estatales. El encargo de la política interna dijo que se debía reconocer la acción decidida del Ejército Mexicano, de la Fiscalía General de la República, de la secretaría de Seguridad Pública, de las Fuerzas de la Armada de México y de todas las instituciones que actúan de manera coordinada para instaurar la paz en Guerrero “para contener la violencia y para que los responsables de ella sean sometidos a la ley”.
Insistió en que está ceremonia implica “un gran simbolismo por el esfuerzo de las instituciones, la coordinación de los tres órdenes de gobierno la acción decidida en favor del Estado de Derecho, la contención de la delincuencia organizada y la destrucción de todo aquello que resulte ofensivo para la integridad de la persona humana”.
“Queremos que como siempre el Ejército Mexicano siga siendo la fuerte institución que sostiene a nuestra Constitución a nuestras instituciones y es una garantía para la paz de los guerrerenses”, puntualizó.
